¿Por qué CantART?
La voz es la forma de expresión y comunicación más característica del ser humano, que se manifiesta en toda su potencia con el primer lloro y nos sigue acompañando toda nuestra vida. La expresión de la voz integrada al movimiento del cuerpo es la expresión de un cuerpo sano; cuerpo y voz siempre van unidos.
Pero el sonido de la voz y el canto es uno de los tesoros de nuestro cuerpo más reprimido por nuestra sociedad. La voz es la gran olvidada y está tan reprimida que incluso nos resulta difícil llegar a ser conscientes de este hecho y de que nos la han arrebatado desde muy temprana edad.
Con CantART tenemos la oportunidad de recuperar la voz y celebrarnos disfrutando del movimiento de nuestro Cuerpo-con-Voz, empezando desde donde lo dejamos, el momento anterior a escuchar una y otra vez los innumerables “cállate, estate quieta/o y baja la voz“.
Necesitamos expresarnos a través del cuerpo y la voz, recuperando la esencia de la niña/o que llevamos dentro ya que, como podemos observar, las niñas y niños SIEMPRE incluyen la voz para expresarse a través del cuerpo y mostrarse de forma espontánea y auténtica ante el mundo.
¿Por qué la voz?
La voz conecta el mundo interno de la psique con el exterior. Y también se nutre de éste creando un círculo continuo.
Se ha usado desde el principio de los tiempos en todas las culturas ancestrales para ayudar a las personas en sus procesos de sanación, tanto a nivel físico, como emocional, espiritual o energético.
Forma parte de una manera muy íntima de nuestra identidad y su expresión nos puede llegar a hacer sentir totalmente desnudas ante las demás personas. Eso mismo la convierte en una herramienta muy potente de autoconocimiento y exploración de un gran abanico de aspectos que serían menos accesibles a través de otros canales.
Liberar nuestra voz natural -que incluye los sonidos naturales de expresión del cuerpo y también la voz hablada y cantada- nos lleva de forma natural a completar un proceso de recuperación de nuestra identidad, y también a un proceso de expansión de la consciencia.
El sonido de la voz, por sus características, es muy sutil, pero a la vez muy poderoso porque a través de sus ondas vibratorias puede penetrar profundamente en cada célula de nuestro cuerpo y ayudar a armonizarlo.